Un buen amigo me ha enviado un correo electrónico con 'Las diez
estrategias de manipulación mediática' del lingüista, filósofo y
activista americano Noam Chomsky. No oía hablar de Chomsky, uno de los
pensadores más influyentes de nuestro tiempo, desde el bachillerato.
Supongo que últimamente toca recuperar no solo a Chomsky sino a unos
cuantos más que nos ilustraron en el pasado, pues vuelven a estar de
actualidad y los pensadores de hoy, salvo alguna honrosa excepción, no
parecen ilustrarnos mucho.Las diez estrategias que como verán no tienen desperdicio, son las siguientes. 1) la distracción; 2) crear problemas y ofrecer soluciones; 3) la gradualidad, hacer que se acepte una medida inaceptable aplicándola de forma gradual, con cuentagotas; 4) la estrategia de diferir, presentando una medida inaceptable como dolorosa pero necesaria, obteniendo de ese modo la aceptación pública en el momento para una aplicación futura; 5) tratar al público como si fueran niños; 6) apelar a las emociones en lugar de a la reflexión; 7) mantener al pueblo en la ignorancia ofreciendo la peor educación, especialmente para las clases más bajas; 8) estimular la complacencia de la gente en la mediocridad; 9) reforzar el sentimiento de autoculpa, el mantra 'todos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades' es un ejemplo perfecto, y 10) conocer al público para controlarlo mejor.
Ya se ve que nuestros políticos se rigen por el manual. No hace falta ser un hacha para descubrir constantemente en la prensa, en los telediarios y sobre todo en boca de nuestros gobernantes, más o menos camufladas, alguna de estas estrategias o varias de ellas a la vez.
Especialmente interesantes resultan la segunda, la tercera y la cuarta ya que las sufrimos a diario. La segunda, crear problemas y ofrecer soluciones, la explica con toda claridad una crisis económica fabricada para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos. La tercera, la gradualidad, la tenemos delante de nuestras narices pues todas o gran parte de las medidas que nuestros gestores llevan aplicando paulatinamente desde hace tiempo, como recortes en prestaciones, subida de impuestos, peores condiciones laborales, privatizaciones, desempleo, deslocalización o rebajas en los salarios, resultarían inaceptables si se produjeran de golpe. Y la cuarta, diferir, nos la aplican a todas horas diciéndonos cosas como 'subirá el IVA... pero será en 2014'. Ni siquiera hace falta llamar a la perspicaz comisaria Laura Lebrel: blanco y en botella.
Noam Chomsky, un sionista tachado de antisionista por los propios sionistas, revolucionó la lingüística a los 29 años con su obra 'Estructuras Sintácticas' en la que nos reveló que no aprendemos a hablar por medio del aprendizaje, sino que las leyes de la gramática son innatas en nosotros y universales para todas las culturas. Ahora a los 85 vuelve de nuevo para revelarnos que lo que también es innato en nosotros es nuestra irreductible ingenuidad. No es extraño que (quinta estrategia) nos traten como a niños.
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