A opinión dos docentes...non conta?

31 oct 2012

Wert rise...e nós...choramos!

De pena...O ministro rise de súa reprobación e nin sequera acode ao Parlamento por problemas "de axenda". Manda a súa muller a defendelo polas tertulias das televisións afíns (incluída a TVE - véxase "El intermedio" do 30/10/2012, terceira parte). Entramentres no Consello Escolar do Estado vétase unha proposta para debater a LOMCE, por usar termos ofensivos, como "contrareforma" (?). A censura ataca de novo! Para chorar!

Texto da "Reprobación"

(presentado por PSOE)
62/000452
(cve: BOCG-10-D-165
Pags. 10 y 11
BOLETÍN OFICIAL DE LAS CORTES GENERALES
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
Serie D Núm. 165
19 de octubre de 2012)
A la Mesa del Congreso de los Diputados

En nombre del Grupo Parlamentario Socialista me dirijo a esa Mesa para, al amparo de lo establecidoen el artículo 193 y siguientes del vigente Reglamento del Congreso de los Diputados, presentar lasiguiente Proposición no de Ley sobre reprobación del Ministro de Educación, Cultura y Deporte, para su debate en Pleno.
Exposición de motivos
Desde su llegada al Gobierno, el Ministro de Educación, Cultura y Deporte ha venido desarrollando un ataque continuado y sin precedentes contra una educación pública de calidad y en la que esté garantizada la igualdad de oportunidades. En diez meses de gobierno, este ministro ha conseguido que se haya producido el mayor retroceso en materia educativa en nuestra reciente historia.
Su política se ha caracterizado por la aplicación sucesiva de recortes de recursos materiales y
humanos que están causando un descenso irreparable en la calidad educativa y, lo que es más grave, en una merma sin precedentes en la equidad y la igualdad de oportunidades. El mayor recorte presupuestario en educación, el cambio de filosofía para introducir criterios no económicos para las becas y una subida de tasas universitarias, han convertido este periodo en el más regresivo en materia educativa de nuestrahistoria. Una regresión que se anuncia que tendrá continuidad con la aprobación de una nueva ley quepretende volver al modelo educativo de mediados del siglo pasado, implantar las antiguas reválidas, segregar a los alumnos desde edades tempranas, recuperar contenidos curriculares de las Comunidades Autónomas, específicamente de aquellas con lengua propia cooficial, y propiciar la desaparición del principio de igualdad de oportunidades en el acceso a la educación, mientras facilita la financiación pública
de centros que separan a los alumnos por razón de sexo.
Su labor como Ministro se ha plasmado en los sucesivos Presupuestos educativos con una reducción presupuestaria del 32,37 % desde el último presupuesto socialista, cayendo el peso de la educación respecto del total de políticas de gasto desde el 0,9% al 0,6%. A esta reducción se han añadido medidas de recorte presupuestario aplicadas al resto de administraciones educativas que han tenido comoconsecuencia:

La desaparición del programa de educación infantil de 0 a 3 años (EDUCA3), en consonancia con
su convicción de que «esta etapa de la educación infantil no es una etapa educativa», y del programa scuela 2.0 que llevaba las Tics a las aulas en la enseñanza obligatoria

La merma creciente de servicios educativos, alarmantes en muchas Comunidades Autónomas: el
descenso en las ayudas para libros, material escolar, ayudas para comedor, el cierre y degradación sin precedentes de las redes de escuelas rurales. De hecho ha abierto debates lamentables como la posibilidad de que los niños acudan con un «tupper» a la escuela por la imposibilidad de acceder al pago del comedor por parte de las familias y el descenso de la ayudas a las familias con menos recursos.

La aprobación de medidas que degradan sustancialmente las condiciones básicas del sistema
educativo, con más alumnos por clase y profesor, y estos, a su vez, con una carga mayor de horas
lectivas, lo que conduce a la supresión de refuerzos y apoyos educativos y a la desaparición de la atención a la diversidad y propicia el despido de 40.000 profesores.

La reducción presupuestaria es especialmente dolorosa en materia de becas y ayudas al estudio por lo que supone para la garantía de la igualdad de oportunidades.
Y sus intenciones son continuar, incluso en mayor medida, este descenso del gasto educativo en los
próximos años, según consta en la última actualización del Programa Nacional de Reformas, de modo que en 2015 disminuya hasta el 3,9% del PIB, reduciéndolo por tanto en apenas cuatro años en más de 1 punto de PIB y llevándonos hasta niveles presupuestarios de hace 25 años.

Esta reducción de medios del sistema educativo público ha sido una constante desde el inicio de su
mandato. Así, su primera actuación consistió en derogar los temarios aprobados para la convocatoria de oposiciones de ingreso a los cuerpos docentes, volviendo a unos temarios antiguos en los que ni siquiera se contemplaba la realidad de las nuevas tecnologías o de internet, con el único objetivo de impedir a las administraciones educativas autonómicas la convocatoria de procesos selectivos durante este año, a pesar de que en este ámbito no se aplicaba la tasa de reposición «cero» vigente para la mayoría de la Administración. Con ello, también se perjudicó gravemente a los más de 60.000 opositores que han invertido su dinero en la adquisición de los temarios y que llevaban preparando durante varios meses las oposiciones.

Ha devaluado la asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos, suprimiendo de su temario el respeto a los distintos modelos familiares, la resolución pacífica de conflictos, la propia orientación sexual o materias como el estudio crítico de las causas de la pobreza o el antisemitismo como forma de intolerancia, y tiene intención de suprimir esta asignatura en la Educación Primaria y mutilar sus contenido en la Secundaria.

En política universitaria también se ha empeñado este ministro en desarrollar la mayor regresión en igualdad de oportunidades, con la mayor subida de tasas, combinada con la reducción del presupuesto para ayudas y becas y la ampliación de los requisitos académicos para obtenerlas y mantenerlas. Además, ha asestado también una brutal reducción al presupuesto, eliminando los programas de internacionalización y mejora de nuestras universidades como Campus de Excelencia Internacional que constituían el punto de apoyo clave de una estrategia destinada a mejorar la competitividad, investigación e innovación de lasuniversidades españolas. Unas medidas que van a dejar una situación financiera muy comprometida a nuestras universidades y que de facto suponen una atentado a su autonomía, lo que provocó el mayor choque entre rectores y gobierno de nuestra historia y un plante sin precedentes al ministro.

Todo esto se ha llevado a cabo sin contar con el principal protagonista: la comunidad educativa. En
lugar de defender al profesorado, se le ha denostado reiteradamente, haciéndole el blanco de sus críticas para justificar medidas y recortes económicos y laborales.

Respecto de las competencias en materia de Cultura, al también drástico recorte presupuestario se ha sumado el incremento del tipo del IVA aplicable hasta el 21%, lo que pondrá en riesgo la viabilidad de muchas industrias culturales de nuestro país, un sector que representa cerca del 4% del PIB y emplea a más de 500.000 trabajadores. Y una medida que supone renunciar a un modelo de crecimiento económico basado en la creatividad y en el valor añadido que va asociado al talento y a la innovación. A ello, se añade, además, sus intenciones recogidas en el anteproyecto de reforma educativa, de suprimir elBachillerato de Artes Escénicas, Música y Danza. Todo esto demuestra un grave menosprecio hacia unsector al que el Gobierno ha considerado más relacionado con el «entretenimiento» que con la Cultura.

La falta de respeto institucional, de sensibilidad y de tacto demostrada en la gestión de los asuntos desu competencia ha sido muy común. Ha venido prodigándose en manifestaciones que no se corresponden con la importancia y el rango del cargo que ocupa. Todavía se recuerdan sus declaraciones sobre la ocupación de plazas escolares por marroquíes en Ceuta y Melilla, sobre la voluntad de las familias para pagar la educación de los hijos, sobre el excesivo número de Universidades y universitarios, sobre la ausencia de relación entre calidad e inversión educativa, o la utilización espuria de falsos textos paraatacar el temario de Educación para la Ciudadanía.
Y en la última sesión de control en el Congreso de los Diputados, cuando pretendía dar explicacionessobre unas manifestaciones también suyas anteriores relacionando el sistema educativo de Cataluña con el sentimiento independentista, y explicando sus intenciones al respecto en la próxima reforma educativa aseguró: «nuestro interés es españolizar a los alumnos catalanes», lo que demuestra escandalosa y sobradamente que el propósito de su gestión como ministro está muy lejos de formar ciudadanos medianteuna educación de calidad, sino que su actuación está determinada por una profunda carga ideológica, que atenta contra el modelo de Estado y el reparto competencial en materia educativa que recoge nuestra Constitución y los Estatutos de Autonomía.

Todo lo anterior le identifica como una persona incapaz para dirigir la política educativa, que si estabaya degradada a consecuencia de los recortes que ha decidido, ahora estará bajo la continua sospecha deobedecer a intereses adoctrinadores, y le inhabilita por tanto para seguir ejerciendo el cargo de Ministrode Educación, Cultura y Deporte.
Proposición no de Ley

«El Congreso de los Diputados acuerda la reprobación del Ministro de Educación, Cultura y Deporte,José Ignacio Wert, por su actuación en contra de la calidad y la equidad en la educación pública y laigualdad de oportunidades en el acceso a la educación, desmantelando un sistema educativo públicolevantado con el esfuerzo de todos durante décadas; por su empeño en reducir los recursos destinadosal sistema educativo hasta niveles superados mucho tiempo atrás; por sus intenciones respecto depromover una reforma educativa profundamente ideológica, regresiva, segregadora y excluyente; por laaprobación de medidas que ponen en riesgo la viabilidad de las industrias culturales españolas; y por sureiteradamente demostrado desprecio hacia los valores, los principios y los derechos que proclama yreconoce la Constitución, y especialmente hacia el modelo de Estado autonómico, su diversidad y surealidad plurilingüe.»

Palacio del Congreso de los Diputados, 11 de octubre de 2012.—María Soraya Rodríguez Ramos, Portavoz del Grupo Parlamentario Socialista.

28 oct 2012

A democracia era unha demo...

O escritor onubense Pablo Gutiérrez dá conta da "bronca" que leva dentro, o seu "cabreo" contra os "criminais" que provocaron a actual crise financeira en "Democracia", unha novela de corte social que pretende "cagarse na madre de alguén moitas veces".

Gutiérrez (Huelva, 1978) recoñece, nesta entrevista na SER, que no momento tan revolto que vivimos el necesita sacar fóra a súa obsesión por vivir nun país que non lle gusta e que non se move cara onde el quixera. Este profesor de Literatura nun instituto de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), que ten no seu haber premios como o Ojo Crítico de Narrativa pola súa anterior novela, Nada es crucial, plasma en Democracia (Seix Barral) a "insignificante" traxedia dun parado, Marco, "un tipo sen ideoloxía" nin avais que o respalden, fronte a acoso do imperio económico tras a caída de Lehman Brothers.

Aínda que asegura que a novela non pretende ser unha tese porque lle incomoda que un escritor "aleccione" ao lector, recoñece que a novela é claramente social e que dela pódese extraer a conclusión de que a familia na que naces e o lugar do que procedes "condiciona toda a túa existencia" e fai que teñas "máis ou menos posibilidades de supervivencia" nunha crise como a actual. "Da gran depresión mundial pásase á pequena depresión individual", asegura Gutiérrez, quen se mostra convencido de que esta gran crise pasará, do mesmo xeito que o fixeron as dos anos 70 ou 90, pero polo camiño "quedarían tiradas unha chea de xeracións, moitas delas sen solución". Igual ca no Hamlet, ao remate da obra , o escenario estará cheo de cadáveres; caerá o pano e ao erguerse de novo a función volverá comezar. Na novela, o seu autor fíxase no especulador financeiro Georges Soros. Gutiérrez converte a Soros "nun personaxe de cómic, de mestre oriental que todo o coñece e dáse de filántropo cando o seu único interese é lucrarse á conta dos demais". Marco, atopa nos retrincos de poesía que escribe nas paredes da cidade o seu refuxio. A falta de ideoloxía de Marco é, ao seu xuízo, reflexo da que padecen actualmente numerosos cidadáns, "non tanto por ignorancia ou ausencia de formación como por un profundo desencanto", e considera que movementos como o 15-M demostraron que existe interese nos mozos por participar na vida política e cívica "pero non hai confianza en ningún tipo de estrutura". A novela expón, segundo o seu autor, un xogo de palabras co significado etimolóxico de "democracia" (demo=pobo) e cracia (goberno do pobo), e subliña que directamente lle poderiamos quitar cracia e quedarnos só con demo, porque o goberno desapareceu, cedeu a institucións internacionais a súa soberanía e o pobo está sen goberno". A nosa democracia, a dá transción non era máis ca unha demo. Aquí non hai democracia", asevera Gutiérrez, quen subliña que para que exista, ademais de soberanía nacional, ten que haber igualdade, nun momento non que a fenda dá desigualdade é cada vez maior", e tamén xustiza social, "cando sabemos que ninguén vai impor xustiza e vai xulgar aos criminais que nos estafaron e roubaron". Neste contexto, afirma, falar de democracia "é unha comedia", ton que quixo darlle a esta novela nacida "do cabreo" e desde un lugar, a provincia de Cádiz, coa maior taxa de paro de España e no que os profesores de instituto como el non poden esixirlles aos alumnos lecturas obrigadas "porque os seus pais non teñen diñeiro para compralas". Iso si, Pablo Gutiérrez ten claro que o seu oficio verdadeiro e vocacional, é o de profesor, que é o que lle permite pagar a hipoteca e encher a neveira. A literatura queda para o seu tempo libre, "porque mañá -conclúe- ás 08:15 horas estarei dando clase a 2º F".
Entrevista na SER. (27.10.2012)

Alejo Stivel lévalle un video-disco na man á Merkel...Para que se entere!

A acción reivindicativa do ex-líder de Tequila trunfa nas redes

Alejo Stivel, excompoñente de Tequila, gravou un vídeo reivindicativo dedicado á chancelleira alemá Angela Merkel, que está tendo un grande éxito na rede. Tratase de 'Ojalá', unha canción orixinal de Silvio Rodríguez, que se converteu nun himno nas manifestacións del 15-M. Stivel gravou o vídeo en compaña de enfermeiras, mestres e inmigrantes afectados polos recortes e fronte a unha imaxe de Merkel. Viaxou á sede do goberno da chancelleira, onde se celebraba una recepción e fíxolle entrega do vídeo a un asistente da Merkel. “Esta é unha mensaxe da xente de España para a señora Merkel”... 
'Ojalá', curiosamente, é unha canción de desamor e non o típico tema protesta. A súa utilización como mensaxe política ten, en palabras de Stivel, un carácter “poético”.

 Para Ángela, con amor...da nosa parte.

20 oct 2012

Radical Wert

Rosa Enríquez
(Publicado en La Región. 18.10.2012)

Se alguén dixer, nun lugar que non for España, 'Radical Wert', non debería sorprender que se asociase este sintagma adxectivo a un filme americano, como Artificial intelligence, American gigoló ou The quiet man, poño por caso. En principio, pode desconcertar, mais proben a distanciarse, imaxinen que son de Guatemala, por exemplo, e escoitan iso de 'Radical Wert', seguramente pensarían nunha peli cun tal Wert un chisco violento coas persoas e coas cousas. Coas palabras e ideas tamén. Digamos que imaxinarían -penso que non me engano- unha especie de cafre, moi cachas, de escaso entendemento e moita agresividade. Imaxinaríano porque aquí, dicir 'radical' é como dicir violento, excesivo nas manifestacións de contento e descontento. Un desquiciado, vaia. Ou desquiciada, claro. E aí é onde vou: á chave do asunto. Que significa 'radical' realmente? É unha palabra deturpada? Hai manipulación na concepción de radical existente no imaxinario colectivo? Algo debe haber, pois, se ben é certo que se debería emprega para calificar aquilo que 'vén da raíz' (lat. radix-radicis), entendendo raíz como base, cerne, mesmo, se se quer, orixe, non vexo eu por ningunha parte a relación do calificativo de marras con virulencia de ningún tipo. Tendo conta disto, coido que iso de usar 'radical' como sinónimo de 'agresiva' ou, moito peor, 'violento' faise de ben mal gusto, na medida en implica, dalgún modo, mentir. Radical, señor Wert, dise dunha persoa que para solucionar problemas vai sempre á raíz, isto é, á orixe dos mesmos. Daquela, os/as radicais nunca se conforman con explicacións pacatas, superficiais ou demagóxicas. Por esa razón, non aceptan a idea plana que, nalgúns sectores do PP, existe de España. Así é que defenden as linguas minorizadas porque entenden que a base da autoestima dun pobo consiste, entre outras cousas, en saberse dito, nomeado, explicado, non unicamente traducido. Os/as radicais cren na necesidade de erradicar a pobreza en tanto que causa da infelicidade humana e están convencidos/as de que a educación é imprescindibel para que un pobo sexa libre. Eis o sinistro da Lei Wert que, sorprendentemente, elimina bolsas -medio millón de alumnos e alumnas perden axudas para libros de texto-, aumenta a ratio -até 36 alumnos/as pode haber nunha aula de secundaria- e fala de calidade do ensino. Curiosa lei esa que deixa a tantas familias co cu o aire despois de pagar 200 euracillazos en libros de texto por vástago/a. Wert, vostede vai directo ó furacán, búscanos con cada frase lapidaria que pronuncia -'Los estudios de la OCDE dicen que se pierde eficacia solo a partir de grupos de más de 45 o 50 alumnos'-. No fondo 'vaille a marcha'. Gustámoslle e todo! Cousas veredes e oíredes?

13 oct 2012

Entrevista a Mario Bedera en Escuela

Unha vez máis, Manuel Menor nos achega a entrevista que mantivo con Mario Bedera, voceiro do PSOE no Congreso. A entrevista publicouse na revista de ensino Escuela, e trascribimos aquí as súas páxinas porque non ten desperdicio ningún...  

12 oct 2012

O máis por menos da LOMCE

-->


Manuel Menor Currás

Non é de agora a tendencia cara ao menos. A nosa memoria é fraca, pero vén de moi atrás esa obsesión dalgúns por impor a pouquedade sistemática aos demais. Os máis vellos do lugar deben recordar os seus tempos de infancia escuálida, tan de moda entón -tan natural-, cando en moitos pobos do sur hispano lle daban aos nenos unha tosta de pan con aceite e sal, para que bebesen abundante auga e non pedisen logo a cea. A moitos mestres de zonas de Galicia, non tan rurais como puidese suporse, oínlles contar como habitual que moitos críos chegasen á escola pola mañá cheirando a augardente e sen almorzo.

Máis atrás, aínda foi peor. A documentación que nos chegou da vida nas Hurdes ao comezo do século pasado, ou a que nos deixaron os voluntarios das Misións Pedagóxicas son ben ilustrativas. Pode relerse de novo con proveito a Viaxe polas escolas de España que Luís Belo escribiu en 1926-27: a miseria xeralizada de que se revestía o ensino accesible á maioría traducía a obrigada frugalidad de vida. Moitos libros de “Economía doméstica” viñan recomendando intensamente, para remediala, a vía da moralidade individual: o virtuoso aforro como panacea da miseria chegaba ata extremos risibles, como o de aconsellar a inxesta das patacas preferentemente á carne. Nesa mesma orde de remedios, ata El Practicón, de Anxo Muro, razoaba en 1894 que: “desde o punto de vista económico as sobras constitúen un dos negociados máis importantes da facenda culinaria”.


A todo se estendía a restrición do liberalismo censitario en nome dos sacrosantos dereitos da propiedade privada. Memorable é a argumentación que esgrimían os contrarios á regulación do traballo feminino e infantil: “é imposible -dicía en 1892 Juan Sallarés, presidente do gremio de fabricantes de Sabadell-, sen grave trastorno, suprimir ningún dos actuais ingresos, so pena de levar privacións raianas na miseria á maior parte dos fogares obreiros”. Estes vivían ao límite: o que podía gañar un xefe de familia nin sequera chegaba para cubrir os gastos dunha concisa subsistencia. Pero proporcionaba abundantes beneficios aos partidarios de manter ese
status quo carencial: ata 1900 non chegaría aquí a regulación de accidentes de traballo nin, tampouco, a do traballo da muller e os nenos. Son as primeiras leis sociais españolas na práctica. As demais virían tamén parsimoniosamente. Con lentitude desesperante se se compara con países da nosa contorna e con sensibles diferenzas do campo á cidade, como pode verse na secuencia que afecta á evolución do Instituto Nacional de Previsión, desde os seus inicios en 1908 ata agora mesmo. Cando en 1945, na Europa do Plan Marshall, se adota o pacto do “Estado de Benestar” que propuña o inglés Beveridge, tamén aos españois lles tocaría a lentitude e un conxunto de prestacións máis que mediatizada: por pór dous exemplos significativos, habería que esperar practicamente a finais dos oitenta para que a educación e a sanidade puidesen cualificarse como universais.O Estado mínimo foi a tónica entre nós. A pesar de que a Transición tendeu a ampliar o conxunto de dereitos e servizos públicos, nunca logramos a posición que neste terreo lograran outros países da nosa contorna. As forzas proclives a un Estado forte ao servizo de todos sempre foron máis débiles: a cidadanía, en xeral, nunca foi moi soberana; máis ben estivo sempre intervida ou secuestrada por uns poucos. Cando logo da caída do Muro de Berlín en 1989 se puxo de moda o ir recortando aos poucos aquel pacto do Estado de Benestar -xa tocado desde a crise do 73-, a lentitude ou desidia dos nosos dirixentes, a parsimonia timorata de moitos colectivos, máis as urxencias que expuñan perentoriamente os grupos máis influentes en terreos que lles eran máis rendibles, foron deixando incompletos ou moi mediatizados algúns dos nosos indubidables logros nestes últimos 35 anos. Son reconocibles, en todo caso, as transformacións que, as sucesivas políticas foron imprimindo á situación herdada do franquismo; podemos alegrarnos do conseguido, pero cunha satisfacción mediatizada por moitas limitacións que -no caso do ensino- foron situando aspectos exixibles de calidade verdadeiramente equitativa en niveis manifestamente mellorables. Hai que destacalo agora, cando algúns dos camiños iniciados nos últimos anos lograran reducir aquel funesto 32% de “fracaso” -termo tan relativo como escaso-, e cando a propia CEOE, no seu Informe de 2011, congratulábase de que, en tan pouco tempo, lográsemos ser un país cunha distribución bastante equitativa deste ben do ensino... O que agora toca, con todo, é a volta á tradición do máis por menos. Veu “a crise”, unha escusa perfecta para que os actuais responsables políticos insistan nas vías morais do esforzo e en que -como outrora- o urxente din que é que os máis nos restrinxamos e recortemos porque estabamos sendo uns derrochadores. En realidade, actúan como delgados do mercado, que segue mandando e agora é restritivo E, no seu beneficio, empezaron a chover todo tipo de limitacións, austeridades e adelgazamentos. Non son novatos nesta tendencia, senón que reproducen actitudes e posicionamentos conceptuais previos: como outrora; cóntannos que co noso sacrificado aforro preparamos as bases para un futuro mellor.
A moda do estreito e anoréxico alcánzao xa practicamente todo. Os que traballan en centros educativos ou en hospitais públicos non paran de enumerar os capítulos de tratamento redutivo que lles aplicaron ou lles están aplicando. As folgas e manifestacións do curso pasado xa deron boa conta dos pasos progresivos que ía dando este afán terapéutico por cortar, independentemente de se era imprescindible, mostrando constantemente un afán publicitario de que non fose ninguén a pensar que diminuía sensiblemente a calidade dos servizos. Do presunto malgasto anterior, os culpables serían os cidadáns, por querer mellores servizos da conta. Típica política do máis por menos.
O novo neste momento é que se refinou esta técnica. Aos poucos, sen pausa algunha e como mal menor, volvemos rapidamente ao noso pasado máis tradicional. Canto nos axuda a vivir vaise tapizando de estreiteza e limitación, coma se o seu natural fose o estar engurrado. O Parlamento xa non parece lugar para o debate ou para a rendición de contas do que se fai ou se proxecta: nin se comparece nin se dialoga; só se vota o precociñado, moitas veces ben lonxe de España. Se se mira a tele, non se ve nada: as noticias adelgazáronse tanto que xa nin existen; o parecido ao NODO crece desconsoladamente. Se a xente decide expresarse manifestándose na rúa, acúsana de subvertir a orde: propúgnanse as “minorías silenciosas”, modo eufemístico de preferir que fósemos súbditos. A liberdade de expresión e reunión van ser “moduladas”, neoloxismo expresivo da xibarización da nosa débil democracia.
A LOMCE que agora nos queren ditar -que será a 12ª Lei Orgánica desde 1970- nace tamén co signo do máis por menos. Di querer “mellorar” o sistema, a súa calidade e excelencia. Pero de entrada xa restrinxe o artigo 27 da Constitución: prescinde do “pleno desenvolvemento da persoa humana” e, en esencia, redúcese a adaptarse a “a competitividade” do mercado. Nin se expón facilitarlle ao común da xente o acceso a unha boa educación: nace selectiva, incrementando os obstáculos de re-válidas ata niveis superiores aos que rexían antes da Lei Xeral do 70. Na práctica, promulga un elitismo servil ás condicións que marca un sistema económico asimétrico e unha sociedade desigual: nada que ver sequera cos obxectivos que expuña esta Lei do franquismo (nos seus artcs. 3 e 135, por exemplo); e moito menos, cos que tratou de mellorar a Transición democrática. A “eficiencia” de que fala agora a LOMCE -ao ritmo da contracción recesiva do mercado- marca o adelgazamento súbito do sistema calcando miméticamente o panorama dunha economía recesiva. Non sería de estrañar que, os colexios públicos se reduzan a meras academias estruturadas para repetir mecanicamente o que impoñan os cuestionarios PISA. Ao tempo, a educación como servizo público -se sempre tivo entre nós severas restricións- quedará máis limitada aínda e, sen dúbida, será menos democrática. A cantilena moralizadora do “maior esforzo” non pode ocultar que do que se trata é dun estreitamento da xustiza distributiva: como outrora, prolonga e vertebra a desigualdade. Ao que se ve, o da educación -como outros dereitos cívicos- non é un dereito “perfecto”.
Desgraciadamente, esta delgadez sistémica xa é cuantificable no presente con cifras alarmantes de fame e pobreza, con particular repercusión entre os nosos nenos. Tamén como antes, as contundentes cifras de Cáritas e de Cruz Vermella volven falar dun país en branco e negro, tirando a sepia -como para desgusto de benpensantes puña de manifesto o
New York Times a finais de setembro.

Interferencies

Unha reflexión sobre a crise global que pon nome aos responsables. A primeira película de ficción Creative Commons estreada nos cines e en Internet.

7 oct 2012

Maioría silenciosa?



Supoñendo que a maioría sexa toda a xente que non se manifesta nas rúas, basicamente porque non cabe, e supoñendo que sexa silenciosa porque, ao non saír á rúa, é invisible, ¿cómo fai Rajoy para saber a súa opinión? ¿Será que Rajoy é un xenio ou simplemente é pitoniso? Inclínome polo primeiro: logrou modificar no dicionario o concepto silencio e encheuno dunha acepción rajoyiana, coma se en lugar de simple silencio se tratase dun caderno en branco para encher cos ditados do presidente.
Pode ser que a esa suposta maioría silenciosa lle guste o aumento exponencial do paro, a revisión da lei do aborto, o aumento de alumnos por aula, a diminución do control de mamografías, o aumento de número de horas de traballo, a subida do IVE, o enriquecemento desmesurado de certos políticos e o empobrecemento desmesurado de todos os demais. Pode incluso que todas esas cousas lles encanten. Pero mentres a maioría silenciosa non se pronuncie sobre os seus gustos e opinións, nin Rajoy nin o profeta Isaías deberían aventurar unha interpretación sobre o silencio. Porque o silencio é iso, nada. E apelar ao silencio non só non é democrático, senón que lembra perigosamente aos totalitarismos que tanto medo tiveron da expresión en alto da voz libre.