A opinión dos docentes...non conta?

28 abr 2012

Igualiño ca nós aquí...

«O mestre en Finlandia está motivado e ten un alto nivel»

Taneli Hermunen, agregado cultural da Embaixada de Finlandia en España, mostrou onte no campus de Ourense a clave do éxito educativo do seu país: a boa formación do profesor. «A de profesor é unha das profesións máis desexadas porque está moi ben valorada, non é a carreira mellor paga pero lles dá respecto, liberdade, creatividade, un posto de confianza. Un bo traballo con boa formación de alto nivel. Son mestres motivados que teñen moito respecto da sociedade», sinala. Hermunen explicou que só un 10 % dos mozos que queren ser profesores son seleccionados nas facultades.
Sinalou, ademais, que en Finlandia, con 5,3 millóns de habitantes, o 97,7 % dos alumnos acaba a secundaria aos 16 anos e que un terzo dos adultos teñen formación superior. «A educación é moi valorada na sociedade finlandesa, vémola como un estilo de vida», afirma Taneli. O ensino básico é a estrela do sistema finlandés. O 13 % do orzamento estatal vai a Educación, o que, segundo Hermunen, é o 6 % do PIB. Os colexios son públicos, case non hai privados. E gratis son os libros, a comida, a sanidade e o transporte escolar rural. Só un 0,5 % dos alumnos non terminan a educación básica. Na escola pesan as tutorías integradas no currículo nacional. «A mentalidade dun titor é axudar a todos os alumnos», dixo este finlandés, que indicou que o número máximo de alumnos por aula é de 30: «Non hai recortes en Educación, os nenos teñen poucos deberes en casa e non pasan de 30 horas semanais no sistema educativo».

17 abr 2012

Primer Congreso Regional Por la Escuela Pública

  Manuel Menor Currás

Los pasados días 13 y 14 de abril, la FAPA Giner de los Ríos, apoyada por otras organizaciones de signo progresista, celebró en Madrid el Primer Congreso Regional por la Escuela Pública. Asistieron unas 300 personas, de las cuales cabe señalar que había más de cincuenta padres y un número similar de estudiantes, y de entre los profesores, una variada representación de todos los niveles educativos, incluido el universitario. La asamblea mostraba de este modo una amplia representación de intereses de lo que, en lenguaje de los años ochenta, cabría denominar  la Comunidad Educativa.
El lugar escogido para el acontecimiento fue el Instituto madrileño hoy denominado de Isabel la Católica y que, antes del 3 de abril de 1939, se había llamado Instituto-Escuela: Sección de Retiro. Aledaño a este parque, por su zona sur, lindero igualmente con el Observatorio Astronómico, y muy próximo al Jardín Botánico y al Museo del Prado, este edificio escolar público fue para la Junta de Ampliación de Estudios (1918) una de las mejores muestras de cómo entendían muchos regeneracionistas de entonces la enseñanza de todos para todos. Desde este Cerrillo de San Blas, en uno de los solares mejor situados en Madrid para relacionar con el entorno más ilustrado de la ciudad lo que se quería hacer dentro de las aulas con los alumnos y alumnas que allí accedieran, todavía hoy guarda más de dos mil ejemplares de la extraordinaria biblioteca que tenía antes de la Guerra Civil y una importantísima colección de materiales para la enseñanza de la Biología y la Geología –muchos afortunadamente rescatados y registrados ya como patrimonio cultural-, además de una buena muestra de los cuadernos escolares que sus alumnos primeros elaboraban a diario. Los signos de calidad y modernidad educativa que transpira el edificio y cuanto contiene han sido un inmejorable marco para reivindicar hoy una continuidad de aquellas políticas que, a finales de la primera década del pasado siglo, muchos de los más lúcidos intelectuales españoles quisieron implantar en pro de una escuela pública de calidad.

La ponencia principal que centró la reunión corrió a cargo de Manuel de Puelles Benítez, Catedrático de la Uned y acreditado especialista en la historia de las políticas educativas en España. La amplia y solvente bibliografía que ha escrito al respecto y la no menos extensa experiencia de explicar ante públicos muy diversos el ambiguo desarrollo que la educación ha tenido desde las Cortes de Cádiz, hicieron que la amenidad y el rigor se aunaran en provecho de una claridad sobresaliente que el variado público correspondió con agradecida atención. La referencia inicial a Ortega -“no tenemos naturaleza, tenemos historia”- prefiguraba una buena parte de lo que vendría después: el relato bien trabado de aspectos primordiales del pasado de nuestro presente educativo. Antes de referirse a la fragilidad actual que el sistema público de enseñanza tiene en España -de futuro incierto al no poder prever si quedará reducido a mero subsistema de beneficencia-,  Puelles hizo un breve recorrido por nuestro pasado en que documentó algunas pautas sustantivas condicionantes del hoy educativo. Ya en la Constitución de Cádiz, quedaron marcados no pocos rasgos. Si en el art. 366 se establecía que en todos los pueblos de la Monarquía se instituirán “escuelas de primeras letras”, también se indicaba asimismo cuál sería su primordial función: las cuatro reglas, escribir, leer y conocer bien el catecismo católico y las obligaciones civiles. Al mismo tiempo, en el art. 321. 5 se le encomendaba su existencia, cuidado y funcionamiento a los ayuntamientos y, por otra parte, el art. 12 consolidaba que “la religión de la Nación española es y será perpetuamente la católica, apostólica y romana, única verdadera”, comprometiéndose a protegerla y a “prohibir el ejercicio de cualquier otra”. A partir de aquí, el recorrido de Puelles por el XIX fue destacando cómo entre las sucesivas y reincidentes regulaciones que liberales y conservadores –incluida la tan nombrada de Claudio Moyano en 1857-, van haciendo a la “escuela primaria” –la destinada a atender a la generalidad de los ciudadanos- siempre tuvo enormes limitaciones de recursos en todos los aspectos. Dato de referencia primordial en este sentido fue una cita de Bartolomé Cossío en 1899, cuando el Director del Museo Pedagógico contrastaba la existencia de una población infantil que sobrepasaba los cuatro millones escolarizables, mientras el sistema escolar existente sólo daba escasamente atención a dos millones. De ahí a la IIª República sólo sería destacable la labor regeneracionista de muchos institucionistas, implicados en la Junta de Ampliación de Estudios y en las diversos organismos que ésta creó, defensores de una ampliación y modernización del sistema escolar. Resaltaría igualmente, pero ya desde 1901, la diversificación de la clásica “escuela unitaria” y su paso progresivo hacia la “graduada”, más abierta a una enseñanza más rica y enciclopédica. Entretanto, la enseñanza privada seguía su particular itinerario, el que siempre había tenido de atención a las clases pudientes, capaces de pagarla. Con la última República, las ideas de los liberales democráticos, republicanos y socialistas habrían encontrado la posibilidad de expandirse de verdad: los dos años del bienio reformista –1931 a 1933- se tradujeron en una sustantiva atención presupuestaria al ámbito educativo, tanto para la atención a la formación de los maestros como para la creación de espacios escolares dignos y otras muchas iniciativas en que se aunaba armoniosamente la educación con la cultura. Según Puelles, estos dos años fueron los únicos en que ha habido una auténtica preocupación gubernamental por la “educación pública”. Tampoco posteriormente, en la etapa franquista, puede decirse que la haya habido, pues todavía en 1969 había –según el Libro Blanco que sirvió de base a la reforma de la ley de Villar Palasí- cerca de un millón de niños sin escolarizar, amén de otras deficiencias como la de que se hubiera tratado durante todo el período de hacer no una “escuela pública” sino una estatalización de la escuela como medio de propaganda del régimen. Cumple, eso sí, a los trabajos de la Transición restauradora de la democracia -a partir de 1978-, el que actualmente hayamos logrado no sólo la escolarización de las cohortes de edad a que se había llegado anteriormente, sino además, que se haya ampliado obligatoriamente hasta los 16 años, aparte de otros méritos de la enseñanza pública española  -resaltados claramente por el último Informe de la OCDE, al lado de Corea del Sur-, como el de la amplísima población a que ha logrado dar cobertura en la etapa de Educación infantil y, sobre todo, en las postobligatorias, no sólo de Bachillerato y Formación Profesional sino también en las distintas modalidades de rango universitario. Entre esos logros de nuestros últimos treinta años, tambin habría que señalar –según el ponente- que el Estado haya tratado de integrar a los centros privados mediante los conciertos educativos que -según estableció la LODE originariamente-, al tiempo que facilitaban la cooperación de la iniciativa privada, la justificaban como subsidiaria de un servicio público compartido con la escuela pública.

¿Cuestión de presupuestos? No todo es cuestión de presupuestos -que habian cambiado  mucho desde que fueran inexistentes-, sino de concepto, visible desde luego en un reconocible esfuerzo compartido por miles de docentes en una tarea común. Manuel de Puelles, por ello, llamó la atención sobre cómo, ya desde los noventa –sin que hubiera que esperar a los tiempos de crisis actuales-, se ha venido tratando de limitar el alcance socializador del sistema público de enseñanza. En esa onda sigue el Gobierno actual. Con el Sr. Wert al timón de los selectivos recortes de ahora mismo, está llevando a cabo la última de las acometidas contra la “escuela pública”: los presupuestos vuelven a bajar sensiblemente -por debajo de la media de los países de la UE y de la OCDE-, con grave riesgo de que avance el deterioro sistemático de este crucial servicio público. Su futuro muy próximo podría ser el de que, una vez dada la vuelta a la función que  se había asignado a la enseñanza privada, el sentido creciente que vaya adquiriendo la “escuela pública” sea el de mera asistencia “benéfica”. Entiéndase este término como una vuelta a las políticas del XIX en que significaba un tipo de atención social meramente paliativo, insuficiente y limitadísimo en recursos que, a menudo, procedían de la voluntariedad de algunos ciudadanos.  En España, sólo cuando fue construyéndose lentamente -a partir de la Comisión de Reformas Sociales especialmente-, el Estado Social y, posteriormente -muy pasada la mitad del siglo XX- lo que en otros países había empezado a llamarse “Estado de Bienestar”, fue desterrándose ese modo de atención en que quedaba evidente de manera constante una radical desigualdad social. Por algo, de vez en cuando –sin prisa pero sin pausa- estos dirigentes actuales nos recuerdan que “lo natural” es la desigualdad y desean que lo asumamos. La crisis les está brindando una oportunidad de hacérnoslo creer, de paso que nos imponen sus asimétricos recortes, empeñados en que se trata de un gasto y no de una inversión. Aunque suelen decir que es un bien público de todos, en la práctica ponen todos los obstáculos para que los recursos públicos de la enseñanza sean de todos para todos: entre otras cosas, detraen una parte cada vez mayor de los mismos para que las diferenciaciones que la naturaleza del nacimiento suele marcar persistan tal cual.

Las Comisiones de trabajo: Como si hubieran adivinado la crónica judicial de Yoldi en que citaría a Confucio proclamando que: “la naturaleza hace a todos los hombres iguales, la educación los hace diferentes” ( “Distintas ante la ley”, en El País, 16/ 04/ 2012, pg. 19), los asistentes a este Primer Congreso Por la Escuela Pública quisieron indicar cómo querían que fuera esa educación en la España de hoy. Dedicaron el sábado a un intenso  trabajo en comisión divididos en seis amplios grupos de participantes en que los asuntos tratados fueron: 1: “Escuela científica, creativa e investigadora: currículum escolar para el siglo XXI”.- 2: “Escuela democrática: participación efectiva”.- 3: “Escuela laica: pluralismo o adoctrinamiento”.- 4: “Escuela inclusiva: de todas y para todas las personas”.- 5: “Escuela de titularidad y gestión públicas: privatización y mercantilización”. Y 6: “Enseñanzas postobligatorias: Bachillerato y Formación Profesional”.

Puedes verlo y oírlo: tanto la conferencia-marco de Manuel de Puelles como las conclusiones de los grupos de trabajo de este Primer Congreso por la Escuela Pública estarán colgados en la Red en los próximos días, en plataforma@escuelapublica.org  Es propósito de los organizadores darle continuidad a estas reuniones, incluso a escala estatal.  Y es muy probable, además, que cuantos estén interesados en seguir de cerca esta preocupación cívica puedan asistir, este verano, a una escuela similar a las que, en los años setenta acogían los movimientos de renovación pedagógica. ¡Suerte!
                                                                                                     
                                                                                                           Madrid, 16/ 04/2012


11 abr 2012

DURA LEX

Víctor González
Publicado en La Región. 11.04.1959


Ley de Transparencia. Oootra vez. Lo siento. Es que no consigo ver bien a través de ella. A ver si ustedes me ayudan.

Una de las sanciones más duras con que dicha ley castigará faltas consideradas muy graves, como la malversación de caudales públicos es 'La no percepción de la pensión indemnizatoria creada por el artículo 10 de la Ley 74/1980, de 29 de diciembre.'

Impresionante. Dura lex, sed lex. Este gobierno va a ser implacable con el delito. Como aquel Elliot Ness que bordó Kevin Costner impecablemente vestido de Armani en 'Los Intocables'.

Pero no cantemos victoria aun. Aquí los intocables son otros. Los de siempre. Hay que ir a la misteriosa ley 74/1980 del 29 de diciembre para enterarse de qué significa esto y de la dureza ejemplarizante del castigo. No la busquen que ya se la cuento yo. Dice así:

'Todas las personas que cesen en el ejercicio de sus cargos a partir del uno de enero de 1981 tendrán derecho a percibir, a partir del mes siguiente en que se produzca el cese, y durante un plazo igual al que hubieran desempeñado el cargo, sin que puedan percibirse más de veinticuatro mensualidades una pensión indemnizatoria mensual igual a la doceava parte del ochenta por ciento del total de retribuciones asignadas al cargo respectivo en el Presupuesto en vigor durante el plazo indicado.'

Dejando aparte el hecho de que si se jubilan la pensión es vitalicia (lo que se aclara en el punto 3 de la misma ley), este enrevesado texto se traduce por ejemplo en que un presidente del Congreso que haya estado cobrando 14.000 euros mensuales (el sueldo normal) durante dos años, al dejar el cargo pasa a cobrar 11.200 euros mensuales durante otros dos años más. Sin trabajar, suponiendo que antes lo hiciera. Y lo mejor de todo es que estos sujetos a los que votamos cada cuatro años, llevan haciendo lo mismo ¡desde 1981!

Aquí los verdaderos antisistema, que por fin están consiguiendo acabar con el sistema, están en las administraciones públicas. Y no tienen crestas de colores, ni piercings en la lengua; sino gomina implantada, la lengua bastante peluda y chaqueta cruzada. A la chita callando estos vándalos callejeros, desde sus amueblados despachos han quemado más contenedores, autobuses y mobiliario urbano que nadie en este país en los últimos 30 años. O si no ¿cómo hemos de entender ese gasto desaforado de lo público? Estos intocables también de Armani, no dan puntada sin hilo. Saben hasta latín, y es que la palabra gastar viene del latín 'vastare' que significa devastar.

'La ley es dura, pero es la ley' decían los romanos. Pero esta de transparencia no parece 'dura lex'. Más bien parece de Duralex, aquellas espantosas vajillas irrompibles de los setenta, que treinta años después aun siguen en casa (nos resultó imposible deshacernos de ellas ni siquiera tirándolas al suelo adrede), afeando para siempre nuestras cocinas y nuestras vidas con su agrisada, sucia y triste presencia.

9 abr 2012

Que facer con 300.000 euros?


Leo que o alcalde de Santiago, o inimitable Gerardo Conde Roa, ten un problemiña con Facenda: denúnciao por, supostamente, ter defraudado 300.000 euros. Como non me cabe dúbida de que é tan inocente como a infanta Cristina non caso Urdangarin, non vou pórme moralista e dicir que debería dimitir, pedir perdón ou pór o seu talonario ao servizo dos parados de Compostela. Nada máis lonxe da miña intención! Só quero contarlles o que faría eu se tivese a posibilidade de evadir 300.000 euros para fins benéficos. O primeiro sería crear a Fundación López Silva para a Promoción e Mellora do Concello Compostelán, e pediría o traslado dous plenos ao Salón Teatro, alugado para tal fin. Ademais, contrataría a Leo Bassi a modo de xefe de comunicación, e poríao ao servizo da corporación, para que os asesorase en inauguracións, cafés con empresarios e entregas de premios. Os que quixesen clases extras co gran actor, deberían pagalas do seu peto, pois os 300 dos grandes serían exclusivamente para promover o ben común. E lles pagaría aos concelleiros por non gobernar, en prol da tranquilidade da cidadanía compostelá. Para rematar, o proxecto estrela sería lograr que Conde Roa comprenda que non só lle gusta o teatro, senón que lle encanta. Aí estaría disposta a investir boa parte dos 300.000: que me dean unha amnistía fiscal que para Facenda sería ben produtivo o proxecto de Reeducación da Alcaldía da miña Fundación. Despreocuparíanse de vez.

Mucho imaginar

Antonio Bande Diéguez . Barbadás. Ourense.
(Publicada en La Región 09-04-2012)

Imaginemos un país donde el yerno del Jefe del Estado estuviera imputado por malversar caudales públicos.
En el que a los defraudadores, en lugar de perseguirlos y exigirles responsabilidades se les permitiera tributar a un tipo impositivo muy inferior al resto de ciudadanos que cumpliesen con sus obligaciones fiscales. Donde un magnate del juego exigiese prebendas legislativas intolerables para sus inversiones, exenciones penales incluidas. Un país con mucha afición, eso si, al deporte rey, que permitiera a las entidades deportivas fichar deportistas de elite con contratos multimillonarios debiendo al fisco cifras astronómicas. Un país asqueado por la corrupción.

Imaginemos que con un paro del 23 %., ese país abaratase el despido de sus trabajadores, que recortase derechos sociales, que subiese las retenciones de la renta a los más débiles. Un país en el que sus entidades financieras no concedieran crédito después de sanearlas con dinero del erario. Un país que detestase a sus propios empleados públicos. Un país que no creyese en la Justicia. Un país que condenase al destierro a los más jóvenes.

Sigamos imaginando un país asfixiado económicamente donde se incrementasen los precios de los productos y servicios exponencialmente y se redujesen los salarios. Un país donde cada año ardiesen bosques y parques naturales. Un país con aeropuertos sin pasajeros. Un país con investigadores de prestigio en el extranjero. Un país que cerrase empresas patrias y que abriese locales chinos. ¿Será mucho imaginar?

Lamentablemente la imaginación es la heroína de la dura realidad. Decía Albert Einstein que en los momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento. De momento nos encontramos en el punto de partida en el que los sueños son la meta y la imaginación el transporte para alcanzarla. Con lo imaginado en las lineas anteriores me temo que ese pais imaginario no lo logre.

8 abr 2012

Atentos á sanidade e á educación.

 José Luis Gómez
 (Artigo de opinión publicado en La Región o 08.04.2012)


Á espera de que o explique en España, o ministro de Economía, Luís de Guindos, avanza no xornal alemán 'Frankfurter Allgemeine' a reforma dos servizos públicos, sobre todo sanidade e educación, e a mellora do funcionamento dos mercados, por exemplo o de alugueres, así como a liberalización do comercio e os servizos profesionais. Incluídos os dos rexistradores, como Rajoy?, cabería preguntar. En realidade, as súas declaracións responden ás tensións que sofre España no mercado de débeda, que volve desconfiar da economía española por falta de actividade, aínda que o ministro bota balóns fóra ao atribuír o acoso á débeda de España ao débil crecemento da UE. A De Guindos botoulle unha man o comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ao comentar desde a axencia estatal española que o Goberno de Rajoy está facendo fronte aos seus retos económicos con determinación, outra mensaxe dirixida claramente aos mercados, onde se ve con inquietude a recesión, por moito que se axuste o orzamento en 27.300 millóns de euros.

Cando volverá crecer España, que adoita necesitar polo menos un aumento do 2,5% do PIB para crear emprego neto? De Guindos sitúa a volta ao crecemento do PIB a medio prazo, sen dar datas, e reitera que 2012 pecharase con máis paro, aínda que segundo el sentarán as bases para un mellor ano 2013. De momento, ao que haberá que estar atentos é ao que pase en sanidade e educación, onde é probable que suceda algo importante, logo de numerosos globos sonda sobre o copago, en sanidade, e a reforma da formación profesional, en educación. A Merkel gustaríalle implantar en España un ensino profesional teórico nun 30% e práctico nun 70%, como en Alemaña, cuxos porcentaxes neste terreo son inversamente proporcionais aos españois. E se por ela fose tamén habería copago en España ou algo similar, como xa sucede en Alemaña desde os tempos do socialdemócrata Gerhard Schröder.

Sobre o recorte no fútbol por agora ninguén di nada, pero todo chegará. Un comentarista de 'O Xornal de Catalunya', Albert Sáez, xa anda facendo contas ao fío da semifinal Bayern-Madrid. As entradas serán un 40% máis caras de media en Madrid. O orzamento do Madrid é catro veces superior ao do Bayern e a renda per cápita é de 30.000 euros anuais na capital de España e de 53.000 euros na capital de Baviera. Con todo, un madrileño está disposto a pagar un 1% da súa renda para ir á semifinal mentres que un bávaro non gastará máis do 0,2% do que ingresa cada ano.

3 abr 2012

Normalidade

Manuel Menor Currás

Era o día 29, día da folga xeral, e foi o día seguinte, de revisión e balance do sucedido: o termo máis repetido en todas as comparecencias, especialmente das autoridades e axentes sociais que temos, foi o de “normalidade”. Falaban, con todo, de cousas diferentes e nada coincidentes.

En boca do Goberno, viña significar que non pasara nada excepcional. Bo coidado tiveron de que soase a “normal” unha folga secundada por tanta xente e referendada por masivas manifestacións. Como que contaban con iso logo de tanta medida económica e laboral, coercitiva dos dereitos adquiridos en longos anos de duras pelexas. En xeral -e máis despois do fracaso das expectativas electorais de catro días antes-, non quixeron entrar en debates maiores nin acerca das cifras de participantes nas marchas da rúa, nin demasiado nas cifras de quilovatios consumidos ou non polo sistema produtivo. A consigna era: “normalidade”, nin moito nin pouco, pero non excesivo como para alarmarse polo acontecido e as súas razóns. Claro que sempre hai excepcións. Ineludible era o cariz que tomaron algúns xestos, particularmente en Cataluña; non fáciles de reconducir ao relato oficial, despacháronse co aditamento de que aquilo non era o característico das manifestacións habidas entre españois..., unha excepción, pois, que confirmaba a regra da “normalidade”. Máis irredutible, a sempre peculiar Esperanza Aguirre -a que con ocasión das manifestacións de desacordo dos “seus” profesores ante as “súas” decisións, acusounos de “vagos” e pouco menos que impresentables- seguiu insistindo en que se trataba dunha “folga política” e, xa que logo, “ilegal”.

Tamén a CEOE, por boca do seu ínclito Presidente, Sr. Rosell, falou de “normalidade”, pero máis ben para referirse aos días de estrito cumprimento laboral e, se é posible, dentro da nova normativa que motivara a folga. É dicir, que cando solicitaba a volta a “a normalidade”, viña pedir que nos calásemos todos dunha vez,  que nos deixásemonos de ruído na rúa, aceptásemos as condicións que pactaran co Goberno e a seguir, coma se nada sucedese: a normalidade do silencio, coma se a xente non tivese nada que dicir nesta historia en que unha crise económica -na que eles teñen que ver de modo substantivo- tratase de ser espremida ao máximo unilateral e asimétricamente.

De “normalidade”, como non podía ser doutro xeito, falaron igualmente os sindicatos maioritarios convocantes, ao insistir -con máis énfase que ninguén- en que o que sucedera era un exercicio responsable dun dereito constitucional. Cando moitos non auguraban bo seguimento desta convocatoria -e xa vaticinaban o innecesario destes interlocutores dos traballadores ante os empregadores-, velaquí que eles podían falar, ademais, de “normalidade” das súas funcións como instrumento de diálogo social necesario, imprescindible ata se se quería un arranxo digno do fondo da cuestión.

En todo caso, si puidemos ver non poucas “anormalidades” das que apenas se falou: oficialmente, polo menos, ou non se dixo nada respecto diso ou se pasou no bico dos pés. Evidentemente, toda folga é un feito anormal, que rompe a cotidianidad laboral: as que no noso país tivemos nos últimos anos, sempre tiveron maior ou menor acollida dado o seu común agravio aos dereitos adquiridos polos traballadores; pero esta tiña de engadido que, en moitos aspectos concernentes a dereitos no traballo, coas reformas deste Goberno nos retrotraemos aos tempos anteriores á existencia de dereitos laborais. Isto é o máis anormal desta folga, na que -ademais- non negociou cos Sindicatos -por máis que diga que a Ministra de Traballo diga que o fixo-; seguiu practicamente ao pé da letra o ditado da outra parte concernida, a Patronal -que aspira a que as súas pautas sigan ditando o que é ou non “normal” en diante neste terreo das relacións laborais; e, en consecuencia, anormal é que os traballadores vexan ao Goberno non como “o seu Goberno”, senón como unha prolongación da CEOE actuando contra a maioría social -incluídos moitos cidadáns que contribuíron á súa maioría absoluta o 20-N.

Isto é o “anormal”.. E perigosamente anormal é -para o Goberno actual e , en definitiva, para todos os españois- que creza a sensación do seu distanciamento respecto ao común da xente. Se á non-negociación cos sindicatos se xunta o permitir as ameazas empresariais contra o dereito de folga e manifestación, o facer oídos xordos ás necesidades e urxencias da rúa, e o encher esta de policías antidisturbios -ata dacabalo, como nas mellores épocas do pasado-, pódese ter unha máis completa imaxe da “anormalidade” do pasado 29-M, pero corremos o risco de que, máis pronto que tarde, isto descarrile gravemente cara a unha “anormalidad institucional".

É coherente -o que non deixa d ser preocupante- co afán desprexuizado deste Executivo por negar a realidade e substituíla por eufemismos. Ata cando aluden como escusa a “a herdanza recibida” -leit-motiv esencial nestes 100 días transcorridos-, non fan senón profundar o descrédito das súas medidas: se son tan bos xestores algo moi bo deberan estar facendo a estas alturas que resultase ben contrastable polos cidadáns. No seu lugar, brilla unha ilimitada obsesión de mercadotecnia, visible en aspectos moi sensibles, propicios a reiterar a súa inventiva semántica. Un paradigma: o da “violencia estrutural” de Gallardón: quere impor unha lei do aborto peculiar, que explicite o que “a liberdade de ser nais fai ás mulleres ser mulleres” -cando o tiña máis doado expondo a súa oposición á devandita reforma laboral. Outro botón de mostra máis recente, a cargo dos manexos de Facenda: a “atracción de rendas”, linguaxe perversa para mostrarnos o favor fiscal aos que trataron de asegurar as súas fortunas, exiliándoas no estranxeiro.... Estean atentos a como nos xibarizan a linguaxe nos distintos Ministerios. Teñen moitos medios para facelo, pero é o mellor sinal do valor real que teña a nosa democracia.

Tamén en Educación -coas repercusións que de inmediato ten na vida social- é ben visible este aguerrido afán. Cantas máis veces oian os termos “liberdade de elección de centro”, “esforzo” e “excelencia”, menos estarán oíndo os de “equidade”, “comprensividade” e “calidade do ensino público”. Do oír ao ver non hai máis que un paso: todos acabaremos vendo como, selectivamente, debilitan a esta. Ao Sr. Wert, hábil comunicador de ocorrencias neste campo, puxéronlle á fronte destes asuntos sen que mostre nunca -que se saiba- coñecemento competente na materia. Xoga alegremente coa mesma retórica dos máis desprexuizados neoliberais e, ao ritmo que vai, seguramente estea aprendendo a calar un pouco -cousa que é de agradecer-, pero non a parar no seu obxectivo de marcar unha máis nítida desigualdade institucional do sistema educativo, que acabe por reducir á nada o meritorio traballo do profesorado desde os setenta: con toda “normalidade”.

(Madrid, 02-04-2012)

 


2 abr 2012

Arde Galicia... e nós...a velas vir!


Arde Galicia. Como hai vinte anos. Os Resentidos seguen a estar de actualidade. Tacón, punta, tacón...Incendio forestal...tacón, punta, tacón. Só que desta vez...está ardendo o escaparate das Fragas do Eume. Os veciños ...indignados. Os da UME non teñen orde de intervir. Os alcaldes cabreados. A conselleira...todo "moi bien" todo "moi rico" "os veciños xa poden durmir tranquilos". A garda civil desaloxa as aldeas e as casas quedan a merdece das lapas. O presidente vaise fotografar alí e facer unhas declaracións rimbombantes e inoportunas. O xefe da oposición, chupa cámara, tentando  sacar tallada política e As fragas do Eume arden de arriba a abaixo. Non hai descoordinación..., non. Hai ineptitude.


Véxase a reportaxe que fixeron os da Vtelevisión con testemuñas de todo o persoal...