A opinión dos docentes...non conta?

11 abr 2012

DURA LEX

Víctor González
Publicado en La Región. 11.04.1959


Ley de Transparencia. Oootra vez. Lo siento. Es que no consigo ver bien a través de ella. A ver si ustedes me ayudan.

Una de las sanciones más duras con que dicha ley castigará faltas consideradas muy graves, como la malversación de caudales públicos es 'La no percepción de la pensión indemnizatoria creada por el artículo 10 de la Ley 74/1980, de 29 de diciembre.'

Impresionante. Dura lex, sed lex. Este gobierno va a ser implacable con el delito. Como aquel Elliot Ness que bordó Kevin Costner impecablemente vestido de Armani en 'Los Intocables'.

Pero no cantemos victoria aun. Aquí los intocables son otros. Los de siempre. Hay que ir a la misteriosa ley 74/1980 del 29 de diciembre para enterarse de qué significa esto y de la dureza ejemplarizante del castigo. No la busquen que ya se la cuento yo. Dice así:

'Todas las personas que cesen en el ejercicio de sus cargos a partir del uno de enero de 1981 tendrán derecho a percibir, a partir del mes siguiente en que se produzca el cese, y durante un plazo igual al que hubieran desempeñado el cargo, sin que puedan percibirse más de veinticuatro mensualidades una pensión indemnizatoria mensual igual a la doceava parte del ochenta por ciento del total de retribuciones asignadas al cargo respectivo en el Presupuesto en vigor durante el plazo indicado.'

Dejando aparte el hecho de que si se jubilan la pensión es vitalicia (lo que se aclara en el punto 3 de la misma ley), este enrevesado texto se traduce por ejemplo en que un presidente del Congreso que haya estado cobrando 14.000 euros mensuales (el sueldo normal) durante dos años, al dejar el cargo pasa a cobrar 11.200 euros mensuales durante otros dos años más. Sin trabajar, suponiendo que antes lo hiciera. Y lo mejor de todo es que estos sujetos a los que votamos cada cuatro años, llevan haciendo lo mismo ¡desde 1981!

Aquí los verdaderos antisistema, que por fin están consiguiendo acabar con el sistema, están en las administraciones públicas. Y no tienen crestas de colores, ni piercings en la lengua; sino gomina implantada, la lengua bastante peluda y chaqueta cruzada. A la chita callando estos vándalos callejeros, desde sus amueblados despachos han quemado más contenedores, autobuses y mobiliario urbano que nadie en este país en los últimos 30 años. O si no ¿cómo hemos de entender ese gasto desaforado de lo público? Estos intocables también de Armani, no dan puntada sin hilo. Saben hasta latín, y es que la palabra gastar viene del latín 'vastare' que significa devastar.

'La ley es dura, pero es la ley' decían los romanos. Pero esta de transparencia no parece 'dura lex'. Más bien parece de Duralex, aquellas espantosas vajillas irrompibles de los setenta, que treinta años después aun siguen en casa (nos resultó imposible deshacernos de ellas ni siquiera tirándolas al suelo adrede), afeando para siempre nuestras cocinas y nuestras vidas con su agrisada, sucia y triste presencia.

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