LA SEÑORA AGUIRRE Y LOS RECORTES EN LA EDUCACIÓN

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   Autor do comentario:

   Pablo Fuentes Trigo

   Localidade:

   A Coruña

   Data de publicación:

   Xoves 01 de setembro de 2011. La Voz de Galicia.

   
   
   Me sorprende enormemente la ignorancia de la señora Esperanza Aguirre en temas de educación, sobre todo tras haber escuchado su famosa declaración de que "En Madrid hay personas que trabajan más de 20 horas a la semana". Personalmente considero que esta actitud de menosprecio hacia el trabajo de los maestros y profesores está hundiendo cada vez más a la sociedad, pues considero que el motor del cambio está precisamente en la educación y en la buena labor que realizan la mayor parte de los docentes, trabajando día a día con dedicación y entusiasmo, afrontando situaciones de estrés, conflictos, dudas. La señora Aguirre no se ha parado a pensar que 20 horas con 20 o 25 críos no son precisamente "un juego de niños", ni se ha parado a pensar tampoco que esas 20 horas de las que habla solo son de enseñanza directa, pues detrás de las mismas hay más horas de preparación de las clases, entrevistas con los padres, formación, etc. Sin duda, ella se confunde con el trabajo de un político, el cual trabaja unas horitas y gana mucho dinero sin tener que rendirle cuentas a nadie, pues que no se engañe, puesto que el sistema de votación actual no es más que una dictadura encubierta en la que siempre se perpetúan la misma casta de políticos que ocupan el poder por periodos de tiempo alternos como si de un tobogán que sube y baja se tratase. Seguramente esos mismos políticos echan de menos los tiempos del ladrillo, aquellos tiempos de bonanza económica en los cuales el país iba viento en popa y la única habilidad que necesitaban los trabajadores era la de saber algo de construcción y ciertas habilidades manuales, pero por fortuna, aquellos tiempos de destrucción del medio y de la costa, especulación, ricos de la noche a la mañana han pasado, y jamás volverán, y la nueva sociedad que venga deberá estar apoyada en el talento de las personas, el cual es la verdadera riqueza de un país, y si no potenciamos el talento de nuestros ciudadanos a través de una educación de calidad, nos vamos a convertir en un país de ineptos en el que solo vamos a escuchar las palabras de políticos borregos que nos dicen que por nuestro bien nos quitan derechos y recursos para vivir, ¿Cómo es esto posible? Es como decir que para amar es necesario odiar? Pero el odio solo engendra más odio y la injusticia sólo engendra más injusticia, por lo tanto, solo nos queda luchar por nuestro derecho a la educación y por la dignificación de la labor del docente si de verdad deseamos construir una sociedad más igualitaria y desarrollada.